Vacaciones

Si hay un acontecimiento plagado de promesas que espero con ansiedad son las VACACIONES.
Recuerdo mis días previos a las vacaciones de mi niñez. El destino casi siempre era: la Playa.
La casa se alborotaba con largas listas confeccionadas meticulosamente por mamá para que nada se olvidara. Con mis hermanos elegíamos los juegos de mesa que acompañarían los días nublados y los juguetes que cada uno se negaba a dejar en casa. La noche previa apilábamos a la vera del auto sombrilla, sillitas, baldes, palitas, montones de bolsos y bolsitas. Papá se concentraba de hacer entrar todo ese enjambre de objetos diversos en el mágico baúl familiar.
El viaje en auto era festivo, cantábamos a voz en cuello el repertorio completo del cancionero que guardábamos en mente...También dormíamos, uno sobre otro...la ansiedad también conocía sus límites...
Los destinos de vacaciones fueron variando, la compañía de viaje también, pero el cosquilleo previo es irrefrenable. Lo disfruto como parte del ritual que precede esos pocos pero intensos días que paso lejos de casa en algún lugar que deseo conocer.
El regreso no se hace esperar, pero también tiene su cuota agradable, reencontrarse con las propias cosas, en el propio habitat y con la memoria llena de paisajes nuevos descubiertos e historias de renovados disfrutes.
Mis vacaciones están al llegar, por esa razón estaré alejada de este Mundo Blog unos días, pero regreso pronto. Estaré encantada de volver a encontrarlos.